23 abril 2007

Referéndum TLC

Conferencia de prensa para la entrega del Decreto Ejecutivo que convoca al Referéndum sobre el TLC.

18 abril 2007

Declaraciones sobre los hechos de violencia en Escuelas y Colegios

Durante las últimas semanas se han suscitado diferentes hechos de violencia en Escuelas y Colegios del país. El Presidente Legislativo expresó su opinión respecto al tema para el programa "7 Días", refiriéndose a las causas del problema y elementos necesarios para manejar adecuadamente la situación.

Discurso del 11 de Abril en el Plenario Legislativo

Me parece a mí que la fecha no debe dejarse pasar inadvertidamente; al contrario como han hecho muchos de ustedes, pienso que es una de las fechas clave en la historia de Costa Rica, la de hoy 11 de abril.

Últimamente, se están reiterando tendencias que se dieron en los años 20 y 30’s que provenían en esa época de un localismo aldeano, ahora con una fundamentación supuestamente histórica se quiere negar la existencia misma de Juan Santamaría.

Y yo supongo que hay mucha gente que de buena fe, dominados por una metodología histórica y por una serie de planteamientos que se basan en suponer siempre la mala fe, como movimiento de la historia, llegan a pensar que sus ideas son ciertas. En mi caso, Juan Santamaría no es una abstracción, Juan Santamaría no es una estatua, Juan Santamaría es el resultado de una tradición viva que ha pasado de boca en boca y que ha llegado hasta los tiempos presentes.

Juan Santamaría era un hombre, por supuesto, como todos lo saben, sencillo, humilde, un miembro de las clases bajas que en aquella época ha de haber pasado enormes necesidades, en ciertas ocasiones encalaba la casa de don Abelardo Cruz, mi tatarabuelo, y ese testimonio no es un testimonio abstracto, es un testimonio que se ha mantenido vivo en la tradición familiar; por lo tanto, cuando yo abro el periódico y veo que alguien dice que Juan Santamaría no existió, siento, pues, a veces, un poco de indignación y luego la justificación de que la ignorancia es capaz de las más grandes temeridades.

En Alajuela, la tradición de la vida y del destino de Juan Santamaría fue algo vivo que de boca en boca se transmitió y, como dije, llega hasta el día de hoy, y quienes quieran arrebatarle el mérito enorme que tuvo su hazaña, muestran ignorancia y mezquindad de espíritu. Es símbolo ciertamente, también, además de un hombre real de la grandeza de este pueblo, no es un invento para denigrar a Juan Rafael Mora, puesto que el testimonio más claro y evidente de las hazañas que realizó Juan Santamaría en 1856, llevan la rúbrica de Juan Rafael Mora, cuando, a la solicitud de pensión de la madre de Juan Santamaría, añade de su puño y letra, en documento que figura en los Archivos Nacionales, una frase que dice: “ Es cierto, me consta”, y firma él.

Y esto lo hizo poco tiempo después de la campaña del 57, hoy nos dicen que fue un invento para denigrar o devalorar a don Juan Rafael Mora, siempre la idea de que la historia es una patraña arrastra con lo más grande que tiene el pueblo y que tiene un país como Costa Rica. Es maravilloso pensar, además, que esta guerra no fue una guerra por intereses económicos, es una guerra que se ennoblece por el objetivo fundamental que tuvo, fue una guerra por defender una cultura y basta leer las proclamas de don Juan Rafael Mora para darse cuenta de que los costarricenses de entonces tenían clarísimo el sentido de que formaban parte de un pueblo con una visión del mundo que había que ir a defender.

Debo señalar, también, que nuestra guerra no fue una guerra aldeana, fue una guerra que levantó y potenció nuestra visión del mundo y nuestra cultura, pero que también se arraigó en valores universales perennes, como el valor de la libertad, como el valor de la defensa de la dignidad de los pueblos, y esa afirmación explica el que nuestra guerra fuera, en primer lugar, nuestra guerra y la guerra de los centroamericanos, pero también la guerra de muchos hombres y mujeres de buena voluntad de otras partes de la tierra.

Costa Rica recibió el apoyo durante la campaña de 1956 y 1957 de varios gobiernos extranjeros, cuando vemos a Juan Santamaría representado con un quepis estilo francés; no es por azar que lleva ese quepis, no solo la escultura fue concebida en Francia, sino que de Francia vinieron uniformes para que nuestros soldados, por los menos algunos de ellos, tuvieran la presencia que les correspondía de acuerdo con las imágenes vigentes en la época.

Pero otros gobiernos también, en algún sentido, nos ayudaron y, aunque a menudo tenemos que reprochar muy sinceramente las políticas de los Estados Unidos de Norteamérica, y hay muchas ocasiones en que esa política merece una repulsa, y se le da una repulsa universal, tenemos que reconocer que, en 1856, esta guerra no fue contra el Gobierno de los Estados Unidos, sino que fue una guerra que vieron con gran simpatía, para nuestra causa, muchos de los norteamericanos, incluidos los funcionarios del Gobierno de Estados Unidos que eran antiesclavistas, porque también se jugaba el asunto de la esclavitud frente a la defensa de los hombres y mujeres libres.

Yo evoco este momento y pienso que, en efecto, esta voz no se extinguirá, la voz que viene del pasado, y que se levanta para cantar las glorias de nuestro pueblo. Esta voz se mantendrá y estoy seguro de que avanzará, por lo menos, por lo menos, hasta el día en que Costa Rica exista.

Muchas gracias.